LISTA PROVISIONAL DE APROBADOS POR CURSO
Hace 13 años
Casa/Automóvil. Hacia una Arquitectura. Le Corbusier.
Le Corbusier vivió en primera persona la fascinante incorporación de la producción de automóviles a la industrialización, y la transformación que las fábricas en cadena introducidas por Ford en EEUU trajo al resto del sector industrial.
Esto inspiró a Le Corbusier a la hora de concebir una nueva arquitectura.
La industria del Automóvil permitió a Le Corbusier concebir una "industria de la arquitectura" que en aquel momento no existía, y proyectar las "casas en serie". El mismo percibió que el centro de la sociedad moderna sería la vivienda unifamiliar, y que las viviendas que se construían todavía a principios del siglo XX eran simplemente agujeros donde la gente no podía vivir de forma sana. Uno de los problemas era el elevado coste de construcción, y otro el escaso poder económico para hacer frente a casas en las que la estandarización era aún inexistente. Por eso, la industria del Automóvil fue un gran referente para el arquitecto, por su capacidad para analizar los nuevos materiales, plantear problemas, y resolverlos en función de la estandarización, para aprovechar los costes. La arquitectura en serie, que se servía de los nuevos materiales que se podían transportar prefabricados a la obra y ensamblarlos allí, incluso la construcción de partes enteras de las casas previamente a la construcción, conducían hacia una casa modular, cuyo coste era muchísimo menor que el de la tradicional, y su eficiencia en cuanto a practicidad mucho mayor. Se trataba de la "Máquina de habitar" (por analogía a la "máquina de desplazarse", el Automóvil).
Por otro lado, percibió al Automóvil como el espejo de la arquitectura en su búsqueda de la perfección. Entendió que el Automóvil era una de las creaciones supremas del tiempo presente, si no la más, y por tanto, en ella había una evolución que se basaba en la resolución de problemas mediante la estandarización y la eliminación de lo superfluo, para llegar a la máquina más eficiente. Para él, la arquitectura desposeída de lo superfluo (decoración aparatosa, recursos sustentantes abigarrados...) era la más perfecta, poniendo como ejemplo el Partenón, como máxima expresión del templo griego, que era a su vez un estándar. Para Le Corbusier, la simple evolución del Automóvil desde su primitiva forma de carruaje hacia los bólidos alargados y estrechos que buscaban la mejor penetración aerodinámica, era un síntoma de estar en el camino de la perfección: eficiencia máxima con recursos adecuados. Al mismo tiempo, pensaba que el establecimiento de normas ayudaba a la definición de las formas, y por tanto al inicio de su camino hacia la esencia máxima. Y lo hacía poniendo como ejemplo el coche de carreras (morro largo, habitáculo restrasado y pequeño, "todo delante") y la limusina (morro más corto, habitáculo grande y centrado, "todo atrás") que representaban el resultado efectivo a la solución de diferentes problemas sobre el mismo medio de transporte.
En conclusión, si el templo griego llegó a definir sus elementos y disposición básica en apenas un siglo, para alcanzar en poco más tiempo el culmen del Partenón, el Automóvil se había definido en apenas tres décadas, y había pasado de convertirse en una mera máquina a un paradigma de lo que la arquitectura moderna debía hacer: buscar la estandarización, potenciar la producción en serie, y deshacerse de lo superfluo para encontrarse con lo eficiente. El Automóvil prometía convertirse en un nuevo "Partenón"
Borja Jiménez Fernández.
Esto inspiró a Le Corbusier a la hora de concebir una nueva arquitectura.
La industria del Automóvil permitió a Le Corbusier concebir una "industria de la arquitectura" que en aquel momento no existía, y proyectar las "casas en serie". El mismo percibió que el centro de la sociedad moderna sería la vivienda unifamiliar, y que las viviendas que se construían todavía a principios del siglo XX eran simplemente agujeros donde la gente no podía vivir de forma sana. Uno de los problemas era el elevado coste de construcción, y otro el escaso poder económico para hacer frente a casas en las que la estandarización era aún inexistente. Por eso, la industria del Automóvil fue un gran referente para el arquitecto, por su capacidad para analizar los nuevos materiales, plantear problemas, y resolverlos en función de la estandarización, para aprovechar los costes. La arquitectura en serie, que se servía de los nuevos materiales que se podían transportar prefabricados a la obra y ensamblarlos allí, incluso la construcción de partes enteras de las casas previamente a la construcción, conducían hacia una casa modular, cuyo coste era muchísimo menor que el de la tradicional, y su eficiencia en cuanto a practicidad mucho mayor. Se trataba de la "Máquina de habitar" (por analogía a la "máquina de desplazarse", el Automóvil).
Por otro lado, percibió al Automóvil como el espejo de la arquitectura en su búsqueda de la perfección. Entendió que el Automóvil era una de las creaciones supremas del tiempo presente, si no la más, y por tanto, en ella había una evolución que se basaba en la resolución de problemas mediante la estandarización y la eliminación de lo superfluo, para llegar a la máquina más eficiente. Para él, la arquitectura desposeída de lo superfluo (decoración aparatosa, recursos sustentantes abigarrados...) era la más perfecta, poniendo como ejemplo el Partenón, como máxima expresión del templo griego, que era a su vez un estándar. Para Le Corbusier, la simple evolución del Automóvil desde su primitiva forma de carruaje hacia los bólidos alargados y estrechos que buscaban la mejor penetración aerodinámica, era un síntoma de estar en el camino de la perfección: eficiencia máxima con recursos adecuados. Al mismo tiempo, pensaba que el establecimiento de normas ayudaba a la definición de las formas, y por tanto al inicio de su camino hacia la esencia máxima. Y lo hacía poniendo como ejemplo el coche de carreras (morro largo, habitáculo restrasado y pequeño, "todo delante") y la limusina (morro más corto, habitáculo grande y centrado, "todo atrás") que representaban el resultado efectivo a la solución de diferentes problemas sobre el mismo medio de transporte.
En conclusión, si el templo griego llegó a definir sus elementos y disposición básica en apenas un siglo, para alcanzar en poco más tiempo el culmen del Partenón, el Automóvil se había definido en apenas tres décadas, y había pasado de convertirse en una mera máquina a un paradigma de lo que la arquitectura moderna debía hacer: buscar la estandarización, potenciar la producción en serie, y deshacerse de lo superfluo para encontrarse con lo eficiente. El Automóvil prometía convertirse en un nuevo "Partenón"
Borja Jiménez Fernández.
Declaración de Imagenes
Proceso_Interminable
Ciudad_Ideal
Diversión_en_Vallecas
Diversión_en_Vallecas
Calificaciones
Análisis_de_Formas_II - 9
Construcciones_I- 6,7
Infografía_y_Comunicación_del_Proyecto - 7,5
Dibujo_Asistido_por_Ordenador - 8
Construcción_Tridimensional_e_Ilustración_Digital - 7
Complejidad y Contradicción en la Arquitectura por... Borja Jiménez Fernández
¿Qué es la crítica? ¿Cuáles son sus objetivos y sus significados? ¿Tiene algún sentido la crítica?
CONTEXTUALIZACIÓN.
Hay que comenzar poniendo en contexto la crítica que voy a realizar al manifiesto/ideario de Venturi para poder entender todo el proceso que conlleva esta tarea de análisis, síntesis y conclusión al que me enfrento en este trabajo.
- Nos situamos en un manifiesto/ideario de crítica arquitectónica, cuyo campo de estudio abarca desde el gótico hasta el movimiento moderno del siglo XX, así que trata del presente y del pasado en relación con el presente. Mostrando siempre una marcada necesidad por reexaminar la obra del pasado y dentro del contexto de la critica, analizar la arquitectura moderna y los fenómenos que la identifican desde varias perspectivas siendo las principales las que presentan dobles lecturas o interpretaciones: ejemplo. como objeto y como símbolo (ambigüedad).
- Su dominio se desarrolla en el campo de lo real, dado que no considera al arquitecto y al objeto arquitectónico como los únicos componentes en su producción, sino que compromete la participación de otros sujetos como historiadores, críticos, literatos, artistas, arquitectos, clientes, pensadores, la comunidad.
- Del mismo modo al analizar la arquitectura moderna descubre elementos que se contradicen con la doctrina del movimiento moderno, e inclusive con la de sus propios autores y que la mayoría de los arquitectos prefieren ignorar o excluir en vez de integrar (contradicción). Estos dos puntos son los fundamentos de su base teórica.
MODO DE OBRAR
Deja poco margen para la fluidez y divagación ya que su sistema filosófico, es empirista, negando así la posibilidad de ideas espontáneas. Recurre también al procesualismo al exponer el manejo de dos realidades, por una lado la historia y por otro el presente como consecuencia de la primera. Deja ver en su obra que la realidad se halla en constante proceso de cambio y evolución, al exponer que su texto a este momento se constituye en un documento teórico - histórico más que un referente tópico. Se pone de manifiesto el lado oculto que hay en el objeto arquitectónico: su simbología, y se enfoca en diferenciar la percepción del objeto de su significación: lo que es y lo que parece ser. Intenta analizar la esencia y la forma del objeto arquitectónico introduciendo una serie de significados como complejo, contradictorio, ambiguo, dual, inflexión, yuxtapuesto, doble función, lo uno y lo otro, la paradoja, etc. Para dirigir determinado significante hacia un objeto con el fin de darle un significado concreto y situarlo como referente formal, histórico, etc.
INSTRUMENTOS DE CRÍTICA.
Puede que (de hecho estoy seguro) que a más de uno nos haya costado entender su crítica o incluso que no la haya entendido todavía, aunque el mundo esta lleno de complejidad, de contradicción, de paradoja y ambigüedad es algo con lo que convivimos diariamente y aun así seguiremos en ese mar de dudas que este arquitecto es capaz de impregnarnos gracias también a sus pensamientos teóricos como:
DUALISMO. Teoría que sostiene que todo esta formado por dos elementos distintos entre si, e irreductibles como la idea y lo material. La dificultad de este juicio es explicar la forma en que interactúan estos dos componentes.
La COMPLEJIDAD. Una arquitectura compleja es común en los periodos manieristas, lo cual hace que hoy sea pertinente tanto al medio como al programa arquitectónico.
Como vemos todo tiene su punto de ambigüedad y subjetividad.
Lo que si pienso que se hace con total nitidez es la utilización de ciertos instrumentos en la crítica, estos instrumentos aportan una estructura en el contenido dándole profundidad y orden al todo.
- El Ensayo. Con este tipo de composición literaria, el autor presenta las ideas sobre el tema de la simbología en la arquitectura y sus consecuencias, en un estilo denso, informal pero ordenado.
- La comparación. El autor establece un vínculo entre sus planteamientos y los de otros autores, a través de la comparación, casi siempre con la finalidad de verificar la similitud u oposición que existe entre ambos para así fundamentar y consolidar sus planteamientos.
- El Análisis: descompone al edificio en sus elementos o ideas primarias con el objeto de determinar cómo integran una unidad, o por el contrario, de qué manera y bajo que condiciones se autoexcluyen dentro del objeto arquitectónico.
- Las Constantes: dentro de este discurso, el autor intenta fundamentar el diseño arquitectónico por medio de la presentación de conceptos recurrentes.
EL TRANSGRESOR.
Venturi se convierte en un arquitecto completo gracias a sus obras claro esta, pero este manifiesto transgresor -complejidad y contradicción en la arquitectura- le hace capaz de atravesar diferentes campos muchos de ellos hasta entonces indiscutibles por la mayoría, que es quien lo convierte a partir de entonces en alguien a tener en cuenta.
Capaz de hablar sobre Mies Van der Rohe y decirle: si hubiera resuelto mas problemas en sus edificios, estos hubieran sido mucho menos potentes, “menos es aburrimiento”.
Valiente de criticar con “otro aire” a Le Corbusier y a Frank Lloyd Wright y de captar sus teorías para su uso y desarrollo.
De asimilar conceptos de Alvar Aalto y Louis Kanh.
Venturi no solo echa mano de sus colegas también desarrolla sus aptitudes gracias al conocimiento de escritores y psicólogos que tratan los temas que a él le interesan.
CLEANTH BROOKS. - Crítico literario que sostiene que la complejidad y la contradicción son la verdadera esencia del arte.
LA PSICOLOGÍA DE LA GESTALT. Los aportes de esta escuela psicológica al desarrollo del ensayo de Venturi se distinguen en el desarrollo de teorías relacionadas a los procesos perceptivos con las que el autor fundamenta la teoría de la ambigüedad, la doble función, y los distintos niveles de interpretación que puede tener un mismo objeto. Señala que estos niveles son influidos por el contexto y la configuración de los elementos percibidos.
- Otra premisa que Venturi desarrolla a partir de esta escuela, es el concepto de Inflexión a partir del hecho de que las partes no pueden ser disociadas del conjunto, ya que fuera de él pierden todo su significado.
Todo esto y más hace que desarrolle sus teorías siendo así objeto de discusión por lo que dice de los demás y por lo que dice de si mismo consiguiendo así apoyos y detractores que le harán cerrar un circulo virtuoso en el que nos hace hoy en día hablar de Venturi como una pieza clave a la hora de ver la arquitectura.
CONCLUSIONES.
Venturi considera a la verdadera arquitectura como aquella que podrá ser apreciada desde múltiples perspectivas y ofrecerá siempre una riqueza de lecturas: como edificio, como símbolo, como objeto, como herramienta, como un lenguaje. Algunas veces estas serán opuestas, pero en ello radica el sentido de su propuesta: cuestionar a la arquitectura racional, limpia, vana y utilitaria y defender una arquitectura que quiere expresarse de muchas formas, (que sea compleja) y a la hora de hacerlo nos cuente mas de una historia, (que sea contradictoria).
Quiere que el proyecto arquitectónico sea el resultado de un proceso de introspección entre el arquitecto y su propia conciencia creadora, histórica, y filosófica al igual que lo hace un artista y que no sea un acto destinado a satisfacer simplemente una necesidad: la de habitar. Cree en la humanización de la arquitectura y desdeña el concepto de la vivienda como una simple “máquina de habitar”.
Alude a la dependencia de la electrónica en los procesos de producción arquitectónica como en su momento lo hizo la Revolución Industrial con los procesos de producción en serie, y defiende la postura de que el arquitecto debería trabajar mas como se hacía a fines del siglo XIX y menos como se hace ahora, pues allá es donde se encuentra la verdadera conciencia de libertad creadora.
CONTEXTUALIZACIÓN.
Hay que comenzar poniendo en contexto la crítica que voy a realizar al manifiesto/ideario de Venturi para poder entender todo el proceso que conlleva esta tarea de análisis, síntesis y conclusión al que me enfrento en este trabajo.
- Nos situamos en un manifiesto/ideario de crítica arquitectónica, cuyo campo de estudio abarca desde el gótico hasta el movimiento moderno del siglo XX, así que trata del presente y del pasado en relación con el presente. Mostrando siempre una marcada necesidad por reexaminar la obra del pasado y dentro del contexto de la critica, analizar la arquitectura moderna y los fenómenos que la identifican desde varias perspectivas siendo las principales las que presentan dobles lecturas o interpretaciones: ejemplo. como objeto y como símbolo (ambigüedad).
- Su dominio se desarrolla en el campo de lo real, dado que no considera al arquitecto y al objeto arquitectónico como los únicos componentes en su producción, sino que compromete la participación de otros sujetos como historiadores, críticos, literatos, artistas, arquitectos, clientes, pensadores, la comunidad.
- Del mismo modo al analizar la arquitectura moderna descubre elementos que se contradicen con la doctrina del movimiento moderno, e inclusive con la de sus propios autores y que la mayoría de los arquitectos prefieren ignorar o excluir en vez de integrar (contradicción). Estos dos puntos son los fundamentos de su base teórica.
MODO DE OBRAR
Deja poco margen para la fluidez y divagación ya que su sistema filosófico, es empirista, negando así la posibilidad de ideas espontáneas. Recurre también al procesualismo al exponer el manejo de dos realidades, por una lado la historia y por otro el presente como consecuencia de la primera. Deja ver en su obra que la realidad se halla en constante proceso de cambio y evolución, al exponer que su texto a este momento se constituye en un documento teórico - histórico más que un referente tópico. Se pone de manifiesto el lado oculto que hay en el objeto arquitectónico: su simbología, y se enfoca en diferenciar la percepción del objeto de su significación: lo que es y lo que parece ser. Intenta analizar la esencia y la forma del objeto arquitectónico introduciendo una serie de significados como complejo, contradictorio, ambiguo, dual, inflexión, yuxtapuesto, doble función, lo uno y lo otro, la paradoja, etc. Para dirigir determinado significante hacia un objeto con el fin de darle un significado concreto y situarlo como referente formal, histórico, etc.
INSTRUMENTOS DE CRÍTICA.
Puede que (de hecho estoy seguro) que a más de uno nos haya costado entender su crítica o incluso que no la haya entendido todavía, aunque el mundo esta lleno de complejidad, de contradicción, de paradoja y ambigüedad es algo con lo que convivimos diariamente y aun así seguiremos en ese mar de dudas que este arquitecto es capaz de impregnarnos gracias también a sus pensamientos teóricos como:
DUALISMO. Teoría que sostiene que todo esta formado por dos elementos distintos entre si, e irreductibles como la idea y lo material. La dificultad de este juicio es explicar la forma en que interactúan estos dos componentes.
La COMPLEJIDAD. Una arquitectura compleja es común en los periodos manieristas, lo cual hace que hoy sea pertinente tanto al medio como al programa arquitectónico.
Como vemos todo tiene su punto de ambigüedad y subjetividad.
Lo que si pienso que se hace con total nitidez es la utilización de ciertos instrumentos en la crítica, estos instrumentos aportan una estructura en el contenido dándole profundidad y orden al todo.
- El Ensayo. Con este tipo de composición literaria, el autor presenta las ideas sobre el tema de la simbología en la arquitectura y sus consecuencias, en un estilo denso, informal pero ordenado.
- La comparación. El autor establece un vínculo entre sus planteamientos y los de otros autores, a través de la comparación, casi siempre con la finalidad de verificar la similitud u oposición que existe entre ambos para así fundamentar y consolidar sus planteamientos.
- El Análisis: descompone al edificio en sus elementos o ideas primarias con el objeto de determinar cómo integran una unidad, o por el contrario, de qué manera y bajo que condiciones se autoexcluyen dentro del objeto arquitectónico.
- Las Constantes: dentro de este discurso, el autor intenta fundamentar el diseño arquitectónico por medio de la presentación de conceptos recurrentes.
EL TRANSGRESOR.
Venturi se convierte en un arquitecto completo gracias a sus obras claro esta, pero este manifiesto transgresor -complejidad y contradicción en la arquitectura- le hace capaz de atravesar diferentes campos muchos de ellos hasta entonces indiscutibles por la mayoría, que es quien lo convierte a partir de entonces en alguien a tener en cuenta.
Capaz de hablar sobre Mies Van der Rohe y decirle: si hubiera resuelto mas problemas en sus edificios, estos hubieran sido mucho menos potentes, “menos es aburrimiento”.
Valiente de criticar con “otro aire” a Le Corbusier y a Frank Lloyd Wright y de captar sus teorías para su uso y desarrollo.
De asimilar conceptos de Alvar Aalto y Louis Kanh.
Venturi no solo echa mano de sus colegas también desarrolla sus aptitudes gracias al conocimiento de escritores y psicólogos que tratan los temas que a él le interesan.
CLEANTH BROOKS. - Crítico literario que sostiene que la complejidad y la contradicción son la verdadera esencia del arte.
LA PSICOLOGÍA DE LA GESTALT. Los aportes de esta escuela psicológica al desarrollo del ensayo de Venturi se distinguen en el desarrollo de teorías relacionadas a los procesos perceptivos con las que el autor fundamenta la teoría de la ambigüedad, la doble función, y los distintos niveles de interpretación que puede tener un mismo objeto. Señala que estos niveles son influidos por el contexto y la configuración de los elementos percibidos.
- Otra premisa que Venturi desarrolla a partir de esta escuela, es el concepto de Inflexión a partir del hecho de que las partes no pueden ser disociadas del conjunto, ya que fuera de él pierden todo su significado.
Todo esto y más hace que desarrolle sus teorías siendo así objeto de discusión por lo que dice de los demás y por lo que dice de si mismo consiguiendo así apoyos y detractores que le harán cerrar un circulo virtuoso en el que nos hace hoy en día hablar de Venturi como una pieza clave a la hora de ver la arquitectura.
CONCLUSIONES.
Venturi considera a la verdadera arquitectura como aquella que podrá ser apreciada desde múltiples perspectivas y ofrecerá siempre una riqueza de lecturas: como edificio, como símbolo, como objeto, como herramienta, como un lenguaje. Algunas veces estas serán opuestas, pero en ello radica el sentido de su propuesta: cuestionar a la arquitectura racional, limpia, vana y utilitaria y defender una arquitectura que quiere expresarse de muchas formas, (que sea compleja) y a la hora de hacerlo nos cuente mas de una historia, (que sea contradictoria).
Quiere que el proyecto arquitectónico sea el resultado de un proceso de introspección entre el arquitecto y su propia conciencia creadora, histórica, y filosófica al igual que lo hace un artista y que no sea un acto destinado a satisfacer simplemente una necesidad: la de habitar. Cree en la humanización de la arquitectura y desdeña el concepto de la vivienda como una simple “máquina de habitar”.
Alude a la dependencia de la electrónica en los procesos de producción arquitectónica como en su momento lo hizo la Revolución Industrial con los procesos de producción en serie, y defiende la postura de que el arquitecto debería trabajar mas como se hacía a fines del siglo XIX y menos como se hace ahora, pues allá es donde se encuentra la verdadera conciencia de libertad creadora.
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